sábado, 25 de marzo de 2017

Una tarde de domingo

Un tarde de domingo, mientras esperaba a mi padre en un restaurante, me encontré con un amigo. Este me presentó a un hombre que se parecía a un actor estadounidense y a unos cuantos hombres mas que realizaban un actividad en el restaurante. Quería seguir compartiendo con ellos pero mi padre llegó. Al irnos veía como seguían llegando personas al evento, como seguían llegando caras conocidas. De repente aparecí en casa de mi abuela en medio de un caos total. Aparentemente, seres fantasmales y zombierescos nos tenían acorralados y debíamos salir de ahí. Pero en nuestra lógica daba tiempo a bañarnos y cambiarnos para lucir más presentables.

Finalmente, los seres irrumpieron y nos pasaron de largo. No era a nosotros que buscaban sino a Dios. Luego desperté...


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